La albirroja, fiel reflejo de la sociedad paraguaya

La albirroja volvió a caer por las eliminatorias. Esta vez ante Chile por 1 a 0. En el banco debutaron como DT de la selección los mellizos Barros Schelotto.

Paraguay debía quitar un resultado positivo para seguir soñando con participar del mundial de Qatar 2022. La victoria era lo único que mantendría ese sueño. Tal cosa no ocurrió y la clasificación quedó hipotecada.

Más allá del pésimo rendimiento y del resultado negativo. Es muy evidente que el mal manejo dirigencial que se da en el seno de la APF, nos está llevando hacia un nuevo fracaso deportivo.

Hacer una comparación de la sociedad con la realidad futbolística de la albirroja, sería para muchos un error. Pero no podemos dejar de hacer este paralelismo.

La sociedad paraguaya como la albirroja, está atravesando oscuros caminos, en cuanto a asuntos básicos, como salud, seguridad y educación. Especialmente este último punto, que en pocos días más sufrirá nuevamente un golpe económico y de recursos a su ya escuálido sistema.

Los diputados realizaron recortes presupuestarios a los fondos designados para las becas del programa becal que envía a cientos de jóvenes paraguayos a formarse en el exterior.
Estos recortes se dan nuevamente en favor de políticos y sus gastos. Es decir, lo recortado de educación será destinado al pago de salarios de políticos inservibles que lo único que hacen es agrandar más y más el estado.

Al extrapolar esta misma situación al fútbol, encontramos que el nivel de nuestra liga es bajísimo, debido a que la inversión en infraestructura y recursos humanos también lo es.
Un torneo de 10 equipos, de los cuales solo tres o cuatro tienen las condiciones financieras para generar o descubrir nuevos talentos futbolísticos, hace que el torneo sea muy poco exigente. Lo cual se refleja en el nivel de la selección paraguaya. Y el de nuestros equipos cuando participan en competencias internacionales.

El manejo poco claro de la dirigencia deportiva de Paraguay, los casos de amaño, el periodismo deportivo que se convierte en cómplice, son un de los tantos factores que se convierten en caldo de cultivo para el mediocre nivel de nuestro fútbol.

¿Qué estamos haciendo mal? La respuesta es: TODO

Todo lo estamos haciendo mal, desde la elección de nuestras autoridades(especialmente) hasta nuestras obligaciones como ciudadanos.

La albirroja es el reflejo inexorable de una sociedad que está sumida en el vai vai, la corrupción y en el Péicha péichante. Sumándole a eso una generación de jugadores que rehúyen a las críticas y viven en una burbuja.

Parece ser que otra generación de paraguayos no verá a su selección jugar un mundial de fútbol y también parece que muchos de los integrantes de esta generación tampoco tendrá acceso a educación de nivel, salud de primera y seguridad.

 

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